Prácticamente cualquier idea puede ser plasmada como cómic. El otro día introducía el tema de cómo hacer nuestro propio cómic. A la hora de hacer un cómic hay dos partes muy diferenciadas: la idea o guión y el dibujo que es el medio con el cual expresaremos dicha idea. Hoy comentaremos acerca del guión que es lo que origina el cómic.
El tema del guión se puede abordar desde dos situaciones: tengo una idea que quiero relatar y quiero hacer un cómic y busco engendrar ese guión. En ambas situaciones es importante el número de páginas. Si nuestra idea es compleja requerirá muchas páginas y si es sencilla pocas, incluso si es muy muy sencilla se puede expresar en una viñeta. Esto debemos estudiarlo bien. Al otro lado tenemos que queremos crear el guión de cero, pues primero debemos platearnos la longitud de la historia que queremos crear. De modo que vamos a analizar cómo es el guión para los distintos tipos de cómic que hay según la longitud.
Cómics de una viñeta, pocas viñetas o una página:
Es típico del cómic de periódico, la clásica tira cómica o no tiene por qué ser cómica, ya me entendéis. Son breves y buscamos transmitir una idea. Puede ser un chiste o bien una reflexión.
El roto es capaz de plasmar una idea en una viñeta, sencillo y magistral.
Por otro lado en el ejemplo con Garfield pese a que la idea es sencilla usa más viñetas para mostrar un movimiento: Garfield valorando lo que recibe de su dueño.
Cómics de un número escaso de páginas: La historia corta.
Un paso más allá en cuanto a duración de la historia: la historia corta. En este formato suelen presentarse las obras a concurso. Son ideas más complejas, ya podemos hablar de contar una historia (no una historieta como en el caso anterior).
Personajes: sabemos que hay varios tipos de personajes. Cuantos más personajes la historia más se complica. De modo que en la historia corta usaremos los personajes imprescindibles porque no tendremos tiempo de desarrollarlos si ponemos demasiados personajes. Tipos: protagonista/s, secundarios y antagonistas. Lo ideal en una historia corta es limitarse a los personajes imprescindibles para que la historia se produzca. Además, y en esto me entretendré otro día, los personajes deben ser lo más atrayente posible para los lectores (esto también dependerá de nuestro guión y de vosotros mismos haced uno que os guste mucho y os parezca atrayente). El resto de personajes no imprescindibles sólo deben usarse para describir el mundo de los protagonistas y que la historia tenga sentido.
La historia: Dado que ahora hablamos de un cómic de algunas páginas esta no debe ser muy compleja o no podremos desarrollarla. Con la experiencia podremos contar más en menos páginas. Por poner un ejemplo la idea para Capitán Tsubasa (Oliver y Benji por estos lares) de que un chaval de barrio llega a ser un gran futbolista no es válida para una historia corta porque supone un gran recorrido desde sus partidos en la escuela hasta jugar en las grandes competiciones. Debemos centrarnos en un acontecimiento importante alrededor del cual gira la historia (una confesión de amor, una lucha…).
Introducción-nudo-desenlace: Los puntos básicos en los que desarrollaremos la historia. En nuestra historia corta nos centramos en lo esencial.
Cómics largos: las series.
Los cómics largos o series son historias largas que se segmentan en sagas y capítulos. Este cómic es el que más libertad da al autor. Veamos varios ejemplos.
En Oliver y Benji la historia es larga porque el objetivo del protagonista (ser un futbolista de élite) lleva su tiempo y hacer muchos partidos y la serie nos lo cuenta. Algo parecido pasa con cualquier serie de deportes donde empezamos con el nivel amateur y queremos que se haga profesional. Esto es lo que llamaríamos una historia central.
En las historias largas a parte del eje central de la historia del argumento primario, por así decirlo, nacen otras secundarias (siguiendo el ejemplo la rivalidad entre Oliver y Benji que luego se hacen amigos).
A lo largo de los argumentos primarios y secundarios desarrollaremos a los personajes secundarios que le darán sentido.
Otro ejemplo: Monster de Naoki Urasawa. El eje central es la huída de la justicia del cirujano Tenma Kenzô y la búsqueda del «monstruo» (el verdadero asesino). Alrededor de ese eje central la historia se va desarrollando a través de nuevos personajes relacionados con los hechos a través de los cuales cada vez conocemos la historia con más detalle.
Series como Dragon Ball o Naruto son series largas que han utilizado otro esquema. El argumento principal es la superación de los personajes, mejorar y ser más fuertes. A partir de aquí se desarrollan sagas y cada una tiene su argumento (en Dragon Ball todo recordamos sagas como la de Freezer, Célula o Bu en estas sagas el argumento era batir al nuevo adversario que ponía en riesgo el universo conocido y parte del extranjero ¬¬ siempre me hizo gracia esa frase de Dragon Fall).
Un capítulo: El capítulo es la unidad básica de la serie larga. En el desarrollaremos el argumento principal de la serie o de la saga bien sea directamente o indirectamente al relatar un evento accesorio o complementario. Lo importante es que esta unidad también tenga su propia introducción-nudo-desenlace para que el capítulo tenga atractivo para el lector en sí mismo (recordad que si el primer capítulo no gusta no leerán el segundo por mucho que sea mejor).
Resumiendo:
Tenemos un guión y según sus características tendremos un cómic de mayor o menor extensión. Sea cual sea la extensión recordemos siempre el esquema básico introducción-nudo-desenlace. Si es corta usaremos pocos personajes y cosas sencillas y si es larga podremos usar personajes secundarios, argumentos secundarios, etc.
Pero todo esto no es más que un comentario sobre algunas generalidades, cada obra es única.
¡Ánimo! ¡Escribid mucho!
Saludos.