Impotencia vasculogénica. (6 de 10)

ÍNDICE

  1. Historia clínica. (4)
  2. Examen físico. (4)
  3. Pruebas de laboratorio. (4)
  4. Pruebas complementarias. (5)
  • Tratamiento (6)
  1. Cirugía de revascularización. (7)
  2. Técnica quirúrgica. (8)
  3. Técnicas quirúrgicas de cirugía venosa. (9)
  4. Tratamiento de la Enfermedad de La Peyronie. (10)

Tratamiento

El tratamiento evidentemente cambiará según sea la causa. Si estamos ante un caso con muchas enfermedades de base y sospechamos que entre ellas está la causal pues abordaremos su tratamiento. Nos referimos en concreto a tales como diabetes mellitus, tabaquismo, hipertensión, hipercolesterolemia (tratando estos estamos tratando los factores de riesgo de la arteriosclerosis que como ya decíamos es también causa de DE vasculogénica), cardiopatía isquémica (se suele ver en un alto número de cardiópatas DE pues los factores que desencadenan este desencadenan a aquel), insuficiencia renal (parecido al caso anterior se da con más frecuencia en la insuficiencia renal crónica), depresión (u otras causas psicógenas, ya comentadas),etc.

A parte del tratamiento etiológico si esto es posible y antes de mencionar los fármacos vasoactivos y la cirugía, en la que nos centraremos, vamos a mencionar de pasada una serie de dispositivos empleados antes del desarrollo de los mencionados previamente. Uno de los sistemas mecánicos sintomáticos fue el sistema de vacío consistente en unas gomas que abrazan la base del pene estrangulándolo provocando un cierre venoso y un acumulo de sangre mientras una campana rodea el pene rodeándolo produciendo un vacio a su alrededor.

De entre los fármacos destinados a provocar erecciones los primeros consistían en inyecciones intracavernosas de fármacos vasodilatadores de entre estos a destacar la papaverina, fentolamina y PGE-1. El inconveniente de estos fármacos es que cerca del 42% de los pacientes lo abandonan durante el primer año, y muchos no lo aceptan de base pues lo consideran muy artificial y les incomoda tanto a ellos como a sus parejas.

De entre los orales que han ido surgiendo a mencionar dos tipos un agonista dopaminérgico y los inhibidores de la fosfodiesteresa tipo 5. De los agonistas dopaminérgicos a destacar la apomorfina selectivo D1/D2 que actúa fundamentalmente a nivel del núcleo paraventricular del hipotálamo amplificando el efecto del estímulo sexual central que inicia el proceso de la erección. Este mecanismo surgió al tratar a determinados pacientes con Parkinson con agonistas de la dopamina en quienes las erecciones eran estimuladas por dichos agonistas. El segundo mecanismo a destacar son los inhibidores de la fosfodiesterasa. En las terminaciones nerviosas y endotelio se produce NO que penetra en las células de músculo liso de las arteriolas aumentando en estas la concentración de cGMP que a su vez elevará el calcio citosólico siendo este el que provocará la relajación del músculo liso. Dicha concentración de cGMP dependerá del equilibrio entre su síntesis y su degradación por la fosfodiesterasa 5. Los fármacos más destacados son el sildenafilo, el vardenafilo y el tadalafilo.

En cuanto a la terapia quirúrgica podemos dividirla en tres grandes bloques: cirugía de revascularización microquirúrgica, cirugía venosa peneana y prótesis peneanas. Las dos primeras son consideradas etiológicas y se usan como primera opción terapeútica en los pacientes en que existe indicación de las mismas. Los resultados son mejores en general en la primera cuando por ejemplo, tratamos con un varón joven con lesión arterial traumática con by-pass arterial esta cirugía le puede volver la normalidad. No son los resultados tan buenos en las cirugías venosas ante la sospecha de fuga venosa en un varón joven aunque como ya decíamos es la más indicada y el tratamiento de elección para estos casos. Finalmente están las cirugías con prótesis peneanas que son los llamados tratamientos de tercera línea y que sólo se utilizan cuando se han agotado todos los recursos (farmacológico oral, intracavernoso o intrauretral) y no existen causas solucionables para el problema del paciente. Generalmente lo que se hace es sustituir el tejido cavernoso irreparablemente enfermo por dos cilindros de material protésico heterólogo, generalmente estos cilindros son hidráulicos y presentan un mecanismo de hinchado/erección y de desactivado/flaccidez que se maneja a voluntad del paciente.

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